Vivimos en tiempos de cambio, en los que cada vez es más importante la salud mental, el bienestar y la satisfacción en el trabajo. De esta situación surge el movimiento Quiet quitting. ¿Pero ha venido para quedarse?
Quiet quitting, o “demisión silenciosa” surge recientemente en las redes sociales. Este concepto tiende a finalizar con los hábitos que muchos trabajadores han adquirido a lo largo del tiempo, de trabajar más allá del horario establecido o de realizar tareas más allá de aquellas para las cuales han sido contratados.
Este fenómeno aparece entre las generaciones más jóvenes, nacidas en los años 80. En general con una elevada formación académica y que no renuncian a tener tiempo para la vida familiar y personal. La insatisfacción en el trabajo puede llevar fácilmente a los trabajadores a la adopción de esta práctica, ya que se sienten frustrados. Como por ejemplo por la falta de reconocimiento por parte de los superiores.
La posibilidad de trabajar remotamente hace que muchos trabajadores estén constantemente conectados. Además de querer crecer dentro de la empresa puede llevar rápidamente a un aumento de la carga de trabajo y por consiguiente crear un ciclo vicioso con consecuencias graves a nivel de salud mental.
Este método aparece, como una forma de imponer límites entre la vida profesional y la personal, ya que prevé la realización de las tareas única y exclusivamente dentro del horario laboral y sin la culpa de no quedarse más tiempo.
Por estas razones, España tiene una ley (ley 19/2021, artículo 18) que contempla algunas normas sobre el teletrabajo.
Un trabajador feliz, está más dedicado a sus tareas y acaba por ser más productivo. Ya que al tener más tiempo para dedicar a la vida personal y familiar, los trabajadores acaban por estar menos distraídos en el trabajo y están más comprometidos.
Por tanto, aunque esta tendencia pueda parecer un problema para los empresarios, ya que los empleados están menos disponibles para hacer horas extras, en realidad puede ser ventajosa, ya que la salud mental de los empleados tiene un fuerte impacto financiero en las empresas.